Cómo impulsar el turismo sostenible en el sector turístico
Entre las nuevas tendencias en el sector turístico, a menudo escuchamos hablar de turismo responsable y turismo sostenible. Sin embargo, no todo el mundo sabe qué significa realmente y cuál es la forma correcta de organizar unas vacaciones de este tipo. Así que intentemos arrojar algo de luz para entender qué es el turismo responsable.
A nivel global, según datos del sitio web Statista.com, el mercado de la sostenibilidad turística se estimaba en 172 mil millones de dólares en 2022, con una proyección de llegar a los 374 mil millones para 2028. Según el Sustainable Travel Report 2023, el 76% de los viajeros se ha fijado el objetivo de viajar de forma más sostenible en los próximos 12 meses y el 74% pide a los operadores del sector propuestas acordes con esta expectativa. Las prácticas sostenibles en el turismo también son un factor estratégico para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
¿Qué es el turismo responsable?
El turismo responsable se basa en algunos principios esenciales, como la responsabilidad ambiental, que significa reducir el impacto ecológico y preservar los recursos naturales de los lugares que visitamos. No solo eso, implica también implementar comportamientos que tengan efectos positivos para las comunidades locales desde el punto de vista sociocultural.
La protección del patrimonio artístico, cultural y tradicional es otro aspecto fundamental de esta forma de viajar, que fomenta la conservación de los monumentos y tradiciones locales.
Cambiar la forma de vivir el turismo significa también tomar decisiones que tienen un impacto en la economía local pero que siempre se basan en la sostenibilidad a largo plazo. El turismo responsable es el compromiso de explorar el mundo de forma informada.
Los orígenes del fenómeno se remontan a la década de los ochenta del siglo pasado y su evolución sigue de cerca la del ‘desarrollo sostenible’, definido por primera vez con el llamado ‘Informe Brundtland’ de la ONU (1987). Otro paso esencial es la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, que dio lugar a la Agenda 21, una lista de resoluciones para el siglo XXI, que también se refería explícitamente al turismo.
En 1995, en la Conferencia Mundial de Lanzarote, se elaboró la primera Carta de Turismo Sostenible que trazaba un marco de referencia internacional. En 2002, la Declaración de Ciudad del Cabo pidió a gobiernos y actores sociales que se comprometieran a desarrollar directrices precisas para un turismo responsable.
El principio del nuevo siglo estuvo marcado por un fuerte desarrollo de este tipo de turismo, con los primeros estudios a gran escala sobre las dimensiones del fenómeno a nivel internacional y el inicio de la colaboración entre diferentes organismos, como la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Programa de Medio Ambiente de la ONU y la Sociedad Internacional de Ecoturismo. En años más recientes, un paso crucial se produjo en 2015 cuando el turismo sostenible fue reconocido por la ONU como uno de los medios indicados para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.
Diferencia entre turismo sostenible y turismo responsable
¿Cuál es la diferencia entre turismo responsable y sostenible? Aunque la mayoría de las personas percibe el turismo responsable y el turismo sostenible como sinónimos, originalmente estos términos indicaban conceptos diferentes. El turismo sostenible se centra principalmente en el impacto que podría tener en el medio ambiente. El turismo responsable, por otro lado, considera el impacto sobre la población local, tanto desde el punto de vista social, cultural como económico. Hoy en día se tiende a usar los dos términos de forma conjunta.
Según el Consejo Mundial de Turismo Sostenible (GSTC), el turismo sostenible se refiere a las prácticas sostenibles implementadas por la industria turística, mientras que el turismo responsable es el comportamiento del turista que aspira a viajar según los principios del turismo sostenible. Sea como fuera, lo mejor es considerar ambos elementos a la hora de reservar unas vacaciones. De este modo es posible transformarse en un viajero atento al mundo y a las personas que le rodean.
¿Cómo hacer turismo responsable?
Con el constante aumento de los flujos turísticos, que a nivel mundial en 2024, según las previsiones, debería superar el récord del último año anterior a la pandemia (2019, cuando se registraron 1.500 millones de llegadas de turistas internacionales, según datos de la OMT), Adoptar los principios del turismo responsable es fundamental para no comprometer los recursos del planeta y sus habitantes.
Para saber cómo hacer turismo responsable, se pueden seguir unas pautas a partir de la elección del destino.
Viajar en avión para cubrir largas distancias tiene un impacto significativo en nuestra atmósfera; por lo tanto, se puede optar por destinos cercanos o a los que se pueda llegar mediante medios de bajo impacto ambiental. Aún mejor si son destinos menos concurridos, donde nuestra presencia puede tener un impacto positivo en la economía local.
O se puede decidir viajar fuera de las temporadas más turísticas, cuando los flujos son más sostenibles y los precios bajan. Una vez en el destino, es buena práctica comprar y utilizar productos y servicios locales. El respeto a las comunidades es fundamental: esto significa aceptar convenciones culturales y religiosas, por ejemplo pedir siempre permiso antes de tomar fotografías de personas o lugares considerados sagrados. Por último, pero no menos importante, la cuestión del respeto al medio ambiente: evitar los plásticos de un solo uso, nunca dejar residuos ni llevarse objetos como conchas, arenas o piedras.
Ejemplos de turismo responsable
Existen asociaciones y touroperadores que se encargan de organizar viajes y vacaciones cien por cien sostenibles y responsables. Y para aquellas personas que quieran dedicarse a este sector a nivel profesional, la mejor opción es obtener un Máster en Gestión Turística Sostenible de Recursos y Destinos.
La filosofía del turismo responsable puede adoptar diferentes formas. Estos no son necesariamente enfoques distintos, al contrario, se puede integrar más de uno de estos aspectos en un solo viaje:
- Turismo Naturalista: enfocado a la exploración de la naturaleza y los ecosistemas.
- Turismo Emocional: valorización de experiencias y conexiones emocionales.
- Turismo Enogastronómico: exploración de la cultura culinaria y los productos locales.
- Turismo Experiencial: implicación activa en actividades culturales y tradicionales.
- Turismo Comunitario: participación y apoyo directo a las comunidades anfitrionas.
- Turismo de Proximidad: descubrimiento de bellezas cercanas, reduciendo los viajes.
- Turismo Participativo: implicación activa en proyectos de desarrollo sostenible.
- Ecoturismo: turismo sostenible practicado en entornos naturales.
- Slow Tourism: viajes más lentos, favoreciendo la calidad de la experiencia.