Una imagen vale más que mil palabras. Del dicho popular a la filosofía que subyace estrategias de Visual Thinking. En la misma la clave está en utilizar mapas, diagramas u otras formas de representación gráfica del proyecto para optimizar el trabajo que se va realizando y alcanzar objetivos. 

¿Qué es un visual thinking y por qué es importante?

Esta fórmula se asemeja a esos esquemas que se hacían en épocas de éxamenes, donde se estructuraban diversas ramificaciones a partir de un tema específico. El esbozar una especie de árbol o círculo, incluso una pirámide, estructurando prioridades, objetivos y recursos para conseguirlo, es la esencia del visual thinking. Para quienes se pregunten qué es exactamente el visual thinking hay que señalar que responde a ese pensamiento visual que caracteriza a las personas. 

  • El cerebro configura primero imágenes
  • Después detecta y traduce el lenguaje
  • Pensemos en texto o con fotografías/gráficos, el cerebro genera una imagen de lo que se está tratando.

La base así del visual thinking, como apuntábamos con la comparativa de estudiar y hacer esquemas de lo que se quiere aprender, funciona si se consigue simplificar aquello que, de primeras, pudiera ser complejo o difícil de asimilar. 

Las cualidades de este sistema de procesamiento de la información son las siguientes: 

  • Asimilar conocimientos de manera rápida y sencilla. 
  • Democratiza la información que concentra, pues normalmente son gráficos e imágenes que entienden la mayor parte del público, con códigos muy normalizados en la sociedad. 
  • Regala una visión general para conectar conceptos e ideas y es así que las herramientas visual thinking facilitan el trabajo en proyectos e incluso mejora la colaboración entre equipos. 

¿Cómo hacer un visual thinking?

El pensamiento visual tiene una serie de reglas clave para poder desarrollar esta metodología. Estas son las fases a tener en cuenta para establecer una estrategia de visual thinking para tu negocio: 

1. Recopilación de información

Se denomina ‘Visual mapping’. Se trata de reunir datos, referencias y aquellos detalles que son importantes de cara al proyecto a desarrollar. Es necesario que se recurra a citas autorizadas, no cualquier artículo o documento que se encuentre aleatoriamente por internet. 

2. Selección de material de utilidad

‘Visual explore’. Tras la recopilación de información es hora de escoger. El cribado de datos es parte clave, para quedarse con lo que realmente es útil para elaborar el mapa visual del proyecto o de la situación del negocio. 

3. Creación de la gráfica/montaje visual

‘Visual Building’. Es hora de construir la casa, por así decir. Tenemos el material, los ladrillos y el cemento para los cimientos y para poder configurar ese material visual que ha de ejercer de esquema y representación gráfica del proyecto. 

4. Prueba de eficacia

¿Realmente se consigue transmitir lo que se prentendía? ¿Se resumen los aspectos que definen la situación y el proyecto? En esta fase final es posible detectar si se ha dado algún error o se puede mejorar la propuesta. 

Las ventajas del visual thinking son numerosas cuando son las empresas las que deciden adoptar esta estrategia: 

  • Mejorar presentaciones de productos y servicios de cara a su comercialización.
  • Hacer especialmente atractivo el producto o servicio con infografías, esquemas y otras imágenes creadas con los datos disponibles.
  • Adoptarlo para la estrategia digital, para crear tu web, por ejemplo, en incluso para el desarrollo de la aplicación para móviles.
  • Optimizar los procesos y rendimiento de la compañía, aportando visiones generales en relación a los productos y servicios que se ofrecen.
Visual Thinking

Técnicas y herramientas de visual thinking

Para sacarle todo el partido a los mapas visuales, por así decir, nos encontramos con una serie de herramientas de visual thinking, como las que se pueden ver a continuación: 

  • Mapas mentales: Para dejar fluir ideas y pensamientos. Se utilizan mucho en inteligencia de negocio y se aplican a aspectos que van desde el desarrollo de productos o servicios al establecimiento de fórmulas para emitir mensajes a los consumidores potenciales. 
  • ¿Cómo hacerlos? Lápiz y papel, en una pizarra, con tizas, donde pueda participar el equipo de trabajo, o con aplicaciones similares a MindMeister. 
  • Hoja de ruta: de forma visual, como cuando se habla del customer journey, se ve de donde se parte y hasta donde se quiere llegar. Se van incluyendo las diferentes etapas que superar y los pros y contras, inconvenientes que pueden surgir y situaciones que podrían poner el viento a favor de las metas establecidas.
  • Presentación con diapositivas: Es de las más conocidas. Usando desde el tradiciona PowerPoint a herramientas tan asentadas como Canva o Prezi. Diapositivas que vayan mostrando la evolucion de las tareas hasta alcanzar el objetivo.
  • Diagramas de flujo. Finalmente, otra de las herramientas visual thinking que citamos aquí es la que se hace llamar ‘diagrama de flujo’. Son muy valorados porque permiten ser claros en relación a los procesos. Todo va detallado y permite, además, detectar el punto que pueda ser conflictivo o donde se ocasionan problemas, y así poder solucionarlos al momento. Para diagramas de flujo, pensando siempre en estas herramientas, se recomienda Creately, que incorpora alrededor de 1.000 plantillas.

Ejemplo de visual thinking

Para terminar de entender el alcance del visual thinking compartimos algunos ejemplos de esas visualizaciones que son de gran valor para llevar a cabo proyectos personales o de empresas y organizaciones. ¿Casos claros que podría servir de inspiración?

  • Infografías

Las infografías recopilan datos y los presentan de manera atractiva y visual, intentando reducir texto y poner en escena gráficas y dibujos que aporten al contenido.

  • Ilustraciones

Como con el caso anterior, primero capta la atención. En segundo lugar, regala información de interés para el receptor de esos mensajes o contenidos. Facilitan la comprensión de conceptos que pudieran ser algo complejos. 

  • Mapas conceptuales

Los esquemas de siempre. Mapas que parten de un centro y desde ahí emergen diferentes caminos para llevarnos a explicar conceptos y claves en relación al tema sobre el que versa el mapa.

  • Líneas temporales

Las apuntábamos anteriormente. Estas herramientas visual thinking son interesantes porque dan la posibilidad de ordenar y simplificar los datos y situaciones de manera cronológica, para ver de dónde venimos y establecer mejor hacia dónde se quiere ir. 

  • Vídeos

Probablemente el recurso preferente tanto en formaciones y reuniones presenciales como a través de internet. Si se montan de forma profesional facilitan mucho la comprensión de una materia específica.

Como se puede comprobar, el visual thinking es una fórmula cada vez más utilizada por profesionales y organizaciones. En el Máster en Project Management de EAE Barcelona se aborda esta metodología para que los estudiantes tengan a su alcance todas las herramientas que le ayudarán en sus futuros desempeños profesionales.