Metodologías ágiles
Project Management & Supply Chain

Metodologías ágiles más utilizadas y sus beneficios en las empresas

Las metodologías ágiles se popularizaron a finales de los 90 y a día de hoy están entre las favoritas de las compañías y los proyectos más innovadores. ¿Quieres saber cuáles son los beneficios de adoptar metodologías ágiles en tu negocio y cuáles se consideran especialmente productivas?

En la década de los 90 y a comienzos del 2000 comenzó a hacer ruido lo que se denominó metodologías ágiles, especialmente en el mundo de las tecnologías y la informática, especialmente en desarrollados de software y aplicaciones. Poco a poco fueron más los profesionales, directivos y estrategas corporativos los que se preguntaron qué era eso de las metodologías ágiles, de tal forma que decidieron probar y experimentaron en primera persona las ventajas de esta considerada ya filosofía de trabajo. 

Abordamos aquí aspectos clave al respecto. Desde qué es exactamente hasta los diferentes tipos de metodologías ágiles que se usan a día de hoy y cuáles son las más valoradas por los usuarios. 

¿Qué son las metodologías ágiles?

Hay que empezar señalando que ‘Agile’ es un término que se utiliza para denominar a una auténtica filosofía de organización y de trabajo, un sistema que apuesta por dotar de rapidez, flexibilidad y adaptación a los equipos y a los profesionales. Como apuntábamos, fue en los últimos años de los 90 que un grupo de informáticos y tecnólogos empezaron a apostar por una fórmula muy específica de abordar los proyectos. 

¿Qué factores definían esa bautizada como ‘metodología ágil’? Tres puntos clave para entender qué son las metodologías ágiles

  • ¿Objetivo? Desarrollar servicios/ productos que den respuesta a las necesidades del cliente en el menor tiempo posible.
  • ¿De qué manera? Segmentando en partes el trabajo a abordar, con un paso a paso concreto y plazos de tiempo para entrega específicos. 
  • ¿Cómo ponerlas en marcha? Las metodologías ágiles abogan por configurar equipos multidisciplinares que avancen hacia un objetivo común, respetando etapas y cronograma. 

Ventajas de las metodologías ágiles

Apostar por estas fórmulas de trabajo colaborativo ofrece a las empresas y organizaciones una serie de ventajas de metodologías ágiles a tener en cuenta: 

  • Optimizar recursos materiales y humanos, sacando máximo rendimiento a profesionales y capital de la marca. 
  • Aumentar la velocidad de respuesta frente a las necesidades del cliente, desarrollando los productos/servicios que el mercado requiere en tiempo récord. 
  • Mejorar el índice de satisfacción del consumidor, en línea con la ventaja anterior, pues se trata de ser ágiles sin dejar de lado la calidad del resultado.
  • Fidelizar al cliente interno, es decir, a la plantilla. Esta es una de las grandes ventajas de las metodologías ágiles, pues los empleados suelen sentirse parte de algo, se genera mayor vínculo con la compañía, se genera equipo y al obtener los resultados buscados se consigue una mayor satisfacción consigo mismo y en relación a la firma, que alcanza las metas que se va marcando. 
  • Incremento del control de los procesos. Al estructurar el desarrollo del producto-servicio en fases es más sencillo controlar ese paso a paso y detectar casos en los que se dieran incidencias e incluso detectar posibilidades de mejora durante el proceso de elaboración del objeto de trabajo. 
  • Reducción de costes de desarrollo. Muy relacionado con el punto anterior es este, pues al detectarse errores u obstáculos durante el desarrollo se puede poner solución sobre la marcha, de tal forma que con las metodologías ágiles se erradica prácticamente por completo la posibilidad de que un proyecto fracase por completo. 
Agile

Tipos de metodologías ágiles

A la hora de ponerse en funcionamiento hay que señalar que existen varios tipos de metodologías ágiles, compartiendo todas ellas una base común: el ‘Manifiesto Ágil’. Este documento fue desarrollado por un grupo de CEOs en Estados Unidos en 20021 y recoge los principios para que un sistema de trabajo sea considerado metodología ágil. Lo forman 12 principios que se agrupan en los siguientes cuatro valores: 

  1. Individuos e interacciones por encima de procesos y herramientas. Es decir, se da mayor importancia al trabajo colaborativo frente a los programas y sistemas. 
  2. Software funcional gente a una documentación excesiva. La tecnología que se vaya a utilizar ha de ser productiva y eso es clave en los diferentes tipos de metodologías ágiles
  3. La colaboración con el cliente prima por encima de la negociación de contratos. Los usuarios del producto-servicio son los que ‘mandan’, por así decir, en el desarrollo de una novedad de la empresa. Su satisfacción es lo primero.
  4. Ser resolutivos frente a incidentes es más importante que seguir el plan trazado. Ir solucionando imprevisto y adaptarse con rapidez y agilidad a los cambios y factores inesperados que se vayan encontrando. El plan ha de ir amoldándose conforme se avanza en las diferentes fases, pues la flexibilidad es seña de identidad de la fórmula ‘Agile’.

Metodologías ágiles más utilizadas

Una vez se fueron conociendo las ventajas de las metodologías ágiles fueron surgiendo diferentes maneras de trabajar siguiendo esos principios del ‘Manifiesto Ágil’. A día de hoy hay cuatro que están entre las más usadas por los magníficos resultados que reporta a profesionales y empresas. 

  • Scrum: Especialmente recomendable para equipos de trabajo pequeños. Los colaboradores van reuniéndose a diario para ponerse al día en relación al desarrollo de las diferentes etapas –llamadas sprints– y se comunica prácticamente ‘en directo’ los obstáculos o cambios que se van detectando sobre la marcha. 
  • Kanban: Apuesta por un enfoque especialmente visual. Se presentan las diferentes tareas por etapas, con plazos de tiempo, y una vez se van superando se pasan a las siguientes columnas, hasta finalizar el proyecto. Interesante sobre todo por la facilidad para detectar posibles barreras. 
  • XPM, Extrem Programming. Para proyectos especialmente complejos y con un alto nivel de incertidumbre. Se da prioridad a la adaptación constante y es especialmente flexible. Se pueden realizar cambios con frecuencia y se apuesta por mantener al tanto al equipo completo de cómo se va desarrollando el producto-servicio. 
  • DSDM: Método de Desarrollo de Sistemas Dinámicos. Es una de las propuestas ‘Agile’ más completas, apostando por controlar el ciclo de vida completo de un producto-servicio. Se estructura en bases rígidas: estudio de viabilidad + Interacción de modelos y prueba de prototipos + Diseño de la estructura + Implementación.        
  • FDD: Desarrollo basado en funcionalidades. Este combina las consideradas mejores prácticas de los diferentes tipos de metodologías ágiles. Presta especial atención al comportamiento del cliente y se van modificando los ciclos según las modificaciones que se van identificando como necesarias.        

 Las metodologías ágiles son utilizadas en infinidad de sectores. Es por ello que en EAE Barcelona abogamos por incluirlas en programas formativos completos como el Máster en Project Management. Entre las actividades que mayor partido están sacando al ‘Agile’ destaca la logística y el transporte, por lo que los alumnos de nuestro Máster en Supply Chain Management & Logistics podrán conocer al detalle sobre este sistema de trabajo.