¿Qué es un polipasto y para qué sirve en logística?

El sector logístico requiere de profesionales formados que conozcan herramientas que agilicen su trabajo. El polipasto es una de ellas y aquí te explicamos el porqué se ha convertido en un sistema imprescindible para ganar en productividad en el mundo del transporte y en la cadena de suministro. 

Son sistemas de movimiento y elevación de cargas y se han convertido en equipos imprescindibles en el mundo de la logística. Los polipastos, la maquinaria sobre la que vamos a profundizar en este artículo, tienen infinidad de aplicaciones y cada día son más necesarias en el contexto actual. En un mundo globalizado en el que las fronteras se han diluido y en el que el comercio electrónico ha impulsado los transportes por tierra, mar y aire, contar con tecnologías y herramientas que permitan organizar y agilizar los bienes que se manejan es imprescindible.

Es por ello que resulta especialmente necesario, según el sector en el que desarrolles tu carrera, que conozcas qué son los polipastos, cómo funcionan y cuál es su aporte al mundo del transporte y la logística. Este sector ha generado alrededor de 16.000 millones de euros en 2022 y las previsiones de PwC apuntan que en 2026 se superarán los 19.000. 

¿Qué es un polipasto?

Los polipastos, como avanzamos en el punto anterior, son equipos destinados a mover objetos y paquetería, normalmente de gran tonelaje, dentro de almacenes y grandes espacios destinados a almacenaje, también en talleres, fábricas y centros de producción. La función del polipasto es, así, la carga y descarga de materiales que requieren de maquinaria muy específica para poder distribuirlas de manera eficaz y segura. Estos sistemas destacan porque ofrecen al operario un uso ergonómico que requiere una formación y cierto entrenamiento por su parte. 

Las ventajas de este sistema son varias. Se podrían destacar, teniendo en cuenta las aplicaciones del polipasto, los siguientes factores como grandes bondades de esta herramienta: 

• Gran capacidad de carga. Pueden mover bultos de gran tonelaje y se recurre al polipasto cuando no es suficiente con un trabajador de almacén, sin más, o por equipos de manutención tradicionales. 
• Sistema muy seguro. En primer lugar, según la máquina que se use, suelen tener una limitación de tonelaje. Es decir, no pueden mover cualquier bulto. Por otro lado, es destacable en relación a cómo funciona el polipasto que está equipado con frenos de emergencia y los caracteriza un control de movimientos preciso para posicionar adecuadamente la carga. 

El objetivo es tanto garantizar la seguridad de los trabajadores como del objeto/s en sí que se esté manipulando. 

• Maximiza la productividad de la empresa. Al agilizar estos procesos se ahorra tiempo y recursos y el flujo de trabajo adquiere un ritmo óptimo para rentabilizar la actividad que se lleva a cabo. 
• Herramienta compacta, adaptándose a las dimensiones de prácticamente cualquier espacio. Esto supone democratizar una maquinaria, independientemente de los tipos de polipasto de los que se trate –que se verán a continuación– que utilizan tanto grandes almacenes como pequeños operadores con instalaciones más modestas. 

¿Cómo funciona el polipasto?

La RAE lo define como “aparejo de dos grupos de poleas, uno fijo y otro móvil” y realmente resumen en esencia cómo funciona el polipasto. El sistema lo conforman poleas fijas y poleas móviles. Estas últimas corren a lo largo de rieles y cuentan con una sola cuerda. 

La polea móvil es la responsable de que el material que se está cargando se mueva hacia adelante, hacia atrás, a los lados… En una determinada dirección que se programa previamente a través de la tecnología que sustenta los distintos tipos de polipastos. Frente a esta la polea fija, que cambia la dirección de la fuerza para elevar o bajar el material según la intención del trabajador. 

El tercer eslabón que conforma este sistema tan extendido en el mundo de la logística y el transporte es la cuerda, que es la que transmite la fuerza entre poleas. La longitud de la misma y su resistencia, el grosor, la calidad del producto en sí, depende directamente del número de poleas móviles que se están utilizando. Si son más, es evidente que estamos ante un polipasto indicado para grandes superficies y/o para empresas que manejan un amplio margen de tonelajes.

Tipos de polipasto

Una vez hemos puesto sobre la mesa cómo funciona el polipasto, es fácil deducir que existen infinidad de ellos. Va a depender de la configuración del sistema y de cómo se añade o eliminan elementos –más o menos poleas móviles, por ejemplo. Sea como fuere, es interesante saber que los tipos de polipasto van en función de ciertas características: 

• Número de poleas móviles. A mayor número de estas la fuerza puede ser mayor y su aplicación más intensa. Cuando se incrementa la cantidad de poleas móviles en un sistema de estas características la fuerza se multiplica.
• ‘Gargantas’ que tiene el equipo. En logística, y al tratar sobre polipastos, se denomina garganta al canal de la polea, que es el que entra directamente en contacto con la cadena o el cable. Es responsable de la estabilidad del conjunto. Si tiene solo una se le llama polipasto simple y si tiene más se denomina doble. 
• Materiales de fabricación. Los ramales se fabrican y se instalan bien con cables, con cadenas o cuerdas. 
• Mecanismo de activación. Se encuentran tres opciones: manual, cuando la fuerza para levantar la imprime la persona que lo está manipulando; eléctrico, con control eléctrico, como su nombre indica; y de cadena, con estructura doble para el desplazamiento y encarrilado de las cartas y que permiten manipular cargas especialmente pesadas, manejándolas desde una cabina, a cierta distancia.

Aplicaciones del polipasto

Una vez abordado el funcionamiento del polipasto, las tareas que realiza y los tipos de polipasto que existen en el mercado, es interesante conocer las aplicaciones que tiene en el mundo real, en el sector logístico y en los transportes. 

Este sistema para la manipulación de cargas de gran peso y/o envergadura es frecuente en talleres mecánicos y almacenes, en aeropuertos, puertos marítimos y puertos secos, centros de producción y en la industria metalúrgica, entre otros. 

Esta aplicación es así una parte fundamental en las cadenas de suministros y en grandes industrias. Se aborda su funcionamiento en formaciones muy específicas ligadas con los citados campos de actividad, como es el caso del Máster en Supply Chain Management & Logistics. En posgrados como este es imprescindible tratar mecanismos como el del polipasto para recurrir a su aplicación en tres de producción, logística y distribución, entre otras. 
En EAE Business School Barcelona confiamos en ofrecer al alumnado todas aquellas herramientas que serán de utilidad a la hora de desempeñar ciertos roles dentro de una empresa, en una compañía, y sin lugar a dudas las aplicaciones del polipasto hacen de este una pieza clave tanto para el campo del transporte y la logística como si vas a ejercer la dirección de proyectos en determinados sectores. Es así que para interesados en llegar a ser directivos se aborda este contenido en propuestas formativas como el Máster en Project Management, pues la finalidad es que la persona pueda dirigir, organizar y controlar, de manera global, proyectos de cierta complejidad.