dos empresarios están comparando estadísticas en su despacho
Finanzas y Economía

TIR: la herramienta clave para evaluar la rentabilidad de proyectos

Contar con parámetros y métricas financieras confiables no solo mejora la precisión y eficiencia de un negocio, sino que también ayuda a reducir riesgos y maximizar oportunidades. En un entorno competitivo, tomar decisiones basadas en datos marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Uno de los indicadores clave en este sentido es la Tasa Interna de Retorno (TIR), una métrica financiera que permite evaluar la viabilidad y rentabilidad de proyectos de inversión.

Este método ofrece una perspectiva sobre la capacidad de un proyecto para generar ingresos suficientes para cubrir o superar la inversión inicial, permitiendo a empresas y particulares tomar decisiones fundamentadas sobre cómo asignar sus recursos. Por esta razón, el TIR es una de las herramientas más importantes dentro de la formación en un Máster en Dirección Financiera o un Global MBA, dos de las trayectorias formativas más relevantes para quienes deseen desarrollar una carrera en el mundo de los negocios.

¿Para qué sirve el TIR?

El TIR es una métrica clave para evaluar la rentabilidad de un proyecto de inversión. Mide el porcentaje de rendimiento anual que un proyecto genera sobre el capital invertido. Si el TIR es mayor que el costo del capital, es decir, el WACC (Costo Promedio Ponderado de Capital, que refleja el costo promedio de financiar un proyecto mediante deuda y capital propio), el proyecto puede considerarse viable.

Un TIR elevado suele ser un reflejo de un proyecto con alto potencial que puede contribuir al crecimiento de una organización. Además, esta métrica facilita la comparación entre distintas iniciativas, permitiendo a las empresas priorizar aquellas que prometen mayores retornos. También juega un papel esencial en la toma de decisiones informadas, ya que los inversores pueden utilizarlo para evaluar si conviene financiar nuevos proyectos o continuar invirtiendo en operaciones en curso.  

Entre las ventajas del TIR, destaca su uniformidad como indicador estándar, lo que permite su aplicación a proyectos de diversa naturaleza. Asimismo, su expresión en términos porcentuales lo convierte en una herramienta intuitiva y comprensible, incluso para aquellos que no cuentan con una formación financiera avanzada.

Sin embargo, la sobreestimación de los beneficios del TIR puede ser perjudicial. Asumir que los flujos de caja son constantes y se reinvierten al mismo TIR puede generar expectativas demasiado optimistas. Por ejemplo, si nos imaginamos un proyecto con un TIR del 20%, pero cuyos flujos de caja reales no pueden reinvertirse a esa misma tasa debido a restricciones del mercado, el retorno total sería inferior al esperado, impactando negativamente la evaluación inicial del proyecto.

Además, el TIR puede presentar dificultad con proyectos de diferente duración, ya que los proyectos a corto plazo suelen mostrar un TIR más alto que los de largo plazo, lo que podría no reflejar su verdadera rentabilidad. En resumen, el TIR es una herramienta poderosa, pero debe utilizarse junto con otros indicadores, como el Valor Actual Neto (VAN) y el WACC, para obtener una visión más completa.

¿Cómo se calcula el TIR?

El TIR se calcula como la tasa de descuento que iguala el valor presente neto (VPN) de un proyecto a cero. En otras palabras, es la tasa a la que los flujos de caja descontados de un proyecto igualan la inversión inicial. El cálculo sigue este principio:

Fórmula del TIR: 

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Donde:

  • CFt = Flujo de caja neto en el período t.
  • t = Período (0, 1, 2, …, n).
  • TIR = Tasa interna de retorno que se busca encontrar.
  • n = Número total de períodos.

Pasos para calcular el TIR:

  1. Definir los flujos de caja: identificar los flujos de salida (inversión inicial) y entrada (beneficios futuros) del proyecto.
  2. Aplicar la fórmula: sustituir los valores de los flujos de caja y resolver la ecuación.
  3. Iterar o usar herramientas financieras: dado que el TIR no se puede calcular de forma directa, se utiliza un método de prueba y error o herramientas como Excel (función TIR) o calculadoras financieras.

Debido a la complejidad de la fórmula, la mayoría de los analistas utilizan herramientas como hojas de cálculo (Excel, Google Sheets), software financiero específico o MATLAB, R y Python con bibliotecas especializadas. En Excel, la función permite calcular esta tasa de manera rápida introduciendo los flujos de caja.

una empresaria está sentada en su escritorio viendo estadísticas en su ordenador

Ejemplos de la tasa de retorno (TIR)

Ejemplo 1: Proyecto A vs. Proyecto B

  • Proyecto A: inversión inicial € 2.000, con flujos de caja de € 1.200 en el primer año y € 1.500 en el segundo.
  • Proyecto B: inversión inicial € 2.000, con flujos de caja de € 800 anuales durante tres años.

Cálculo del TIR:

  • Proyecto A: TIR del 20,5%.
  • Proyecto B: TIR del 15,7%.

Conclusión: el Proyecto A tiene un TIR más alto y sería más atractivo si se consideran solamente los retornos porcentuales.

Ejemplo 2: Comparación con el WACC

Una empresa tiene un WACC del 10% y está considerando dos proyectos:

  • Proyecto X: TIR del 12%.
  • Proyecto Y: TIR del 8%.

Conclusión: dado que el TIR del Proyecto X supera el WACC, este generó valor para los accionistas. El Proyecto Y no es rentable porque su TIR es inferior al costo del capital.

Ejemplo 3: Uso en financiación

Un inversor analiza dos opciones:

  • Proyecto 1: TIR del 7%.
  • Proyecto 2: TIR del 5%.

Si su objetivo es minimizar el costo de intereses, se optaría por la inversión con menor TIR (5%), ya que implica un menor costo financiero.

¿Por qué es importante el TIR en la toma de decisiones?

La Tasa Interna de Retorno (TIR) es un indicador fundamental para evaluar la rentabilidad de proyectos de inversión y se complementa eficazmente con otras métricas como el Valor Actual Neto (VAN) y el Costo Promedio Ponderado de Capital (WACC), ofreciendo una perspectiva más completa para decisiones de inversión complejas. 

Si bien el TIR es un estándar útil para medir rentabilidad, su uso aislado puede llevar a decisiones sesgadas. Debe considerarse en el contexto de otras métricas financieras para evitar decisiones basadas en proyecciones demasiado optimistas. Al combinar el TIR con el VAN, el WACC y un análisis detallado de riesgos, las empresas pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas sobre cómo invertir su capital.

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