El 85% de los catalanes encuestados se declara usuario habitual de aerolíneas low cost
El 49% de los encuestados de Cataluña están dispuestos a pagar un extra para usar aviones sostenibles
EAE Business School ha publicado el informe “Transporte aéreo y sostenibilidad”, basándose en una encuesta a 1.000 personas de más de 25 años de toda España, del que se extrae que el 85% de los catalanes encuestados se declara usuario habitual de las aerolíneas low cost. A nivel estatal, la cifra es un poco más baja con un 74%. Al ser preguntados por la última compañía low cost con la que viajaron, los catalanes eligieron principalmente Vueling (62,3%) y, a una mayor distancia, Ryanair (26,9%).
“Esto puede explicar la expansión que han tenido las low cost realizando rutas que antes eran casi en exclusiva, de compañías Legacy, o al establecer sus bases principales en aeropuertos principales como ha sido el caso de Vueling en Barcelona, compañía que hace una segmentación de precio y servicios teniendo en cuenta al pasajero de negocios”, señala Romà Andreu, autor del informe y profesor de EAE Business School.
Por otro lado, independientemente del tipo de aerolínea, un 49,10% de los catalanes viaja una vez al año y un 38,92% afirma hacerlo 4 veces. El 82% viaja habitualmente por vacaciones.
SECTOR AÉREO Y SOSTENIBILIDAD
La mayoría de los catalanes (89%) están preocupados por el cambio climático y un 82,04% emisiones del total de encuestados en Catalunya, un 49,7 % está dispuesto a pagar un extra por viajar en aviones más sostenibles y un 34,73% no está dispuesta a pagar extras. Llama atención un 15% que no es consciente de su papel en este tema y responde que “no sabe”.
El 49% de los encuestados de Cataluña están dispuestos a pagar un extra para usar aviones sostenibles, de los cuales el 50,60% pagaría hasta un 10% más y un 48,19% está dispuesto a asumir hasta un 30% de extra.
Sin embargo, el 55,69% no está sustituyendo trayectos en avión por otros medios alternativos. El 35,93% que sí sustituye el avión por un medio más sostenible lo hace en tren (70%) y un 50% en coche propio. “Podríamos concluir que la motivación de lucha por la sostenibilidad medioambiental de las ciudadanas y ciudadanos es real, pero no acaban de poner los medios individuales para hacerla realidad del todo. Los factores económicos y el propio movimiento low cost no ayudan”, concluye Andreu.